Atarán bolas de mazapán a los vecinos de Tejeda para impedir que salgan del municipio

Este fin de semana, en una emisora de radio, el alcalde de Tejeda, Francisco Perera, se lamentaba por la irresponsabilidad de algunos vecinos que se estaban saltando el confinamiento para seguir celebrando «cumpleaños y tenderetes» a pesar de haber dado positivo en coronavirus. Ante esta actitud intrínsecamente reprochable, el regidor municipal veía con buenos ojos la implantación de «indicativos o pulseras» que permitan hacer un seguimiento a las personas que hayan dado positivo en una prueba PCR o que esperan por el resultado de una segunda, si bien esta iniciativa toparía con los límites legales de la Ley de Protección de Datos y otras normativas.

Para salvar estos obstáculos, el Ayuntamiento de Tejeda ha dado con una idea novedosa que además potencia el sector local, ya que colocará a cada vecino una bola de mazapán de entre tres y cinco kilos atada al tobillo, lo que dificultará e incluso desincentivará su salida del municipio. Los vecinos que trabajen fuera contarán con un salvoconducto pero habrán de ponerse la bola tan pronto entren al municipio para garantizar o bien que respetan el confinamiento o bien que van a permanecer en el término municipal. Se confía así en doblegar la curva de contagios en Tejeda, aunque por otra parte se prevé el surgimiento de nuevas curvas, concretamente en las columnas vertebrales de los vecinos. «Pero ése problema ya lo afrontamos cuando llegue», señala el edil. Quienes intenten acceder al municipio desde fuera deberán mostrar una PCR negativa o, en su defecto, ser bombardeados con mantecados para mantenerles por fuera del perímetro.

Perera cree que con las bolas de mazapán locales y los severos rapapolvos que va a ir echando puerta a puerta («son las ventajas de los municipios pequeños», asegura) podrá apelarse a la responsabilidad individual para que «dejen de meternos el covid en nuestra casa, a ver si apurando podemos celebrar la fiesta del almendro en febrero, que es una cosa bien bonita». La próxima semana se espera la llegada de un cargamento de dos quintales de almendra para dar forma a todos los improvisados grilletes.