Augusto Hidalgo renuncia a arreglar el socavón de San Cristóbal

El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, en su incorregible optimismo, ha anunciado que el Consistorio dejará de invertir dinero en parchear el socavón de la Avenida Marítima, que se abre cada vez que hay circunstancias meteorológicas adversas y la fuerza del mar llega hasta la carretera a la altura del barrio de San Cristóbal. En lugar de eso, el alcalde asegura que el socavón se dejará tal cual quede, con señalética que informe de su presencia y de su valor como parte del patrimonio de la ciudad.

«El maldito socavón forma parte del paisaje urbano de Las Palmas como el barquillero de Las Canteras o la ubicuidad de Pedro Quevedo», señala Hidalgo, quien añade que «no sirve de nada luchar contra lo inevitable, y lo cierto es que ese agujero en el suelo ha demostrado ser más listo que todos nosotros, parece un personaje de Stephen King, no importa cuántas veces lo mates, acaba volviendo». Por ello, desde el Ayuntamiento entienden que es mejor dejar de gastar dinero en arreglar lo que no tiene arreglo, «para destinar esas partidas a otras cosas más útiles, como más obras para la Metroguagua, por ejemplo».

Una señal luminosa advertirá a los conductores de la presencia del socavón, mientras que Turismo colocará paneles informativos para que los visitantes conozcan la historia del agujero y su trascendencia en el entramado urbano de Las Palmas de Gran Canaria. De igual forma, el Ayuntamiento podría sacrificar dos o tres coches anualmente en la boca del hoyo para aplacar su ira e impedir que siga creciendo.