Cada vez más empresas dejan de depositar las cuentas en el Registro Mercantil, amparadas en la «doctrina Nueva Canarias»

Según ha alertado el Banco de España en un comunicado lleno de abatimiento, cada vez menos empresas canarias depositan sus cuentas ante el Registro Mercantil, tal y como marca la ley, amparándose en la llamada «doctrina Nueva Canarias», según la cual una persona jurídica puede descuidar sus obligaciones de dación de cuentas sin que esto tenga consecuencias o repercusiones. Las empresas suelen tener de plazo hasta el 31 de julio para la presentación, pero este año se calcula que un 45% menos las han presentado, y de las restantes, un 20% han anunciado que no lo harán o han pedido a sus gestores, en caso de pymes sin departamento de contabilidad propio, que «ni se molesten».

Esto está siendo, como es lógico, un duro varapalo para las gestorías, que tienen en estos clientes un buen volumen de negocio. Marcos Plaza, de Gestorías Plaza y Nietos, señala que «otros años, esta época es una locura, afinando las cuentas y cumpliendo los plazos, se echaban horas extras… pero este año, nada, cada día recibo dos o tres llamadas diciendo ‘Marcos, olvídate de eso que no pasa nada'». Este gestor vive preocupado por la posibilidad de tener que presentar luego todas las cuentas juntas, pero sus clientes insisten en que no se haga mala sangre por eso.

Antonio Nuño, experto en psicología fiscal, asegura que esta reacción de las empresas canarias no sólo es normal sino que era totalmente previsible. «El consejero de Hacienda pertenece a un partido político que literalmente dejó de existir porque no presentaba las cuentas, ¡y ahí sigue! ¡Ahí siguen todos! ¿No es formidable? Ni media dimisión, ni nadie pidiendo explicaciones, nada. Nueva Canarias de facto sigue funcionando como si tal cosa, es totalmente lógico que las empresas quieran seguir ese mismo camino y quitarse de encima trámites engorrosos por más que los marque la ley», explica Nuño.

Por el momento es difícil predecir hasta dónde llegará esta insumisión empresarial, pero las asociaciones corporativas de ambas provincias ya trabajan en argumentarios loquísimos para defender ante los medios este temerario giro de sus miembros.