Desaparece durante la noche parte del Municipio de El Rosario

Un grupo de practicantes del Salto del Pastor sorprendidos por la desaparición.

Desolación es lo que se respiraba esta mañana a primera hora cuando vecinos de El Rosario salían a la carretera para dirigirse a sus respectivos trabajos.

Durante la noche, uno o varios desconocidos habían hecho desaparecer la zona de La Esperanza, dejando en su lugar apenas una señal indicadora y una densa capa de bruma.

Ha sido todo un shock, relataba Inocencio F.M. a nuestro redactor de El Baifo Ilustrado. Este vecino se dirigía a comprar el pan, como cada mañana, cuando sintió un vacío en su interior:

«Uno nunca está preparado para estas cosas. Cuando desde pequeño te han dicho y repetido que La Esperanza es lo último que se pierde, crees que siempre estará aquí cuando llegues… y hoy, nos encontramos con este panorama. Es muy duro«.

«Ni el merendero han dejado«, se quejaba amargamente Dolores. «Eso es la educación que reciben los jóvenes de ahora… que piensan que todo es suyo y que pueden hacer lo que se les antoje. Esto con Don Olarte no pasaba. Ojalá deje de hacer bromas en Radio Club y vuelva a ser presidente«.

En un primer momento, los vecinos creyeron que la falta de La Esperanza se debía a algún retraso en colocarla por parte del personal del Ayuntamiento, puesto que es de sobra conocido que durante la noche se quitan algunas calles para que la humedad y el rigor del clima de montaña no las estropee, pero desde el consistorio aseguraron que debido a la escasez de personal, aquella noche quedó sin ejecutarse la recogida de calles.

Puestos al habla con el Cabildo, el portavoz del Servicio de Conservación de Carreteras desmintió que se hubiera retirado esa popular zona del municipio con vistas a reparar algún tramo.

Por ahora, la Guardia Civíl se ha hecho cargo de la investigación y se mantienen cerrados los accesos al Teide desde La Esperanza.
Se pide la colaboración ciudadana  por si alguien encuentra los aproximadamente 19 kilómetros cuadrados sustraídos.
En palabras del Teniente Serrano, encargado de la investigación, «hay que desconfiar de vecinos que de repente hayan ampliado su jardín en 19.000 metros cuadrados, o si perciben repentinos olores a carne a la brasa«.