Descubren una fábrica de clones de Carlos Alonso en los sótanos del Cabildo

El hallazgo tuvo lugar cuando un ciudadano que buscaba el despacho de un consejero del PP bajó al parking subterráneo y tras equivocar la puerta de salida descubrió un laboratorio muy secreto -propiedad de la empresa TECOPIÉ, participada por el Cabildo- donde al menos desde hace un año se trabaja en la creación de clones de Carlos Alonso tan perfectos que su aspecto y amena conversación apenas distan del original

Tras el descubrimiento, fuentes de presidencia del Cabildo han admitido que cada mañana una minibus reparte a los alonsos por las diferentes inauguraciones de congresos, tramos de carreteras y rotondas, aperturas de pizzerías y restaurantes chinos, celebraciones de fiestas infantiles y certámenes de lo que sea. Al caer la tarde todos los clones son traídos de vuelta con excepción de los enviados a las redacciones de los periódicos donde viven de manera permanente e incluso revisan la edición de cierre para comprobar que todas las fotos están en su sitio.

José Vélez volverá a nacer en Canarias 

TECOPIÉ fue fundada en la década de los ochenta con la intención de potenciar la presencia de Manuel Hermoso en las distintas asociaciones de vecinos pero en la actualidad también satisface necesidades empresariales en el ámbito privado. «Creamos clones de tertulianos para programas de radio y televisión», nos informa Igor Nuño, gerente de TECOPIÉ y científico loco. «Tenemos javieres abreu, pedro anataeles -con control de volumen incorporado- e incluso un Antonio Alarcó (aunque el nuestro no opera, solo habla)». Aunque se trata de un tema llevado con discreción, entre los canarios famosos interesados en replicarse podría encontrarse  José Vélez, «al que podrán seguir llamando canarito porque nacerá en Canarias una y otra vez», bromea Igor.

¿Políticos canarios que llevan toda la vida en política? «Para muchos toda la vida en política es muy poco tiempo. Ahora gracias a la ciencia podrán seguir en un cargo público aún después de muertos. ¿No es fantástico?»