Dulce Xerach y Tinerfe Fumero unen sus fuerzas en una novela negra: «Los niños del Porís»

El anuncio de esta novedad literaria tuvo lugar durante una velada cultural con motivo del anuncio del traslado del espacio cultural del Tanque al municipio tinerfeño homónimo. Como recordarán, la antigua política chicharrera ha iniciado una serie de novela negra, en tanto que el cronista de sucesos protagoniza su propia colección de misterio. El artífice de esta alianza literaria de ambientación noir es el editor Publicaciones Bombilla Pablo Pommedeterre.

Como nuestros distinguidos lectores recordarán, el empresario cultural lanzó el año pasado una serie de novelas detectivescas escritas y protagonizadas por Tinerfe Fumero. Hasta el momento han salido dos –»El misterio de Pfotensandwich» y «El enigma del bocadillo de pollo del Imperial»-. Sin embargo, el señor Pommedeterre manifiesta cierta desazón al hablar de los resultados de la aventura: “las novelas no se han vendido mal, señor Gunnarson” –me aclara mientras rebusca entre las tongas de libros usados de la librería Tenifer- “pero no están dando los beneficios que yo considero óptimos. No me han dado ninguna subvención y ya sabe usted que aquí sin eso el negocio no va a ningún sitio. Por otra parte, Tinerfe no termina de dar el tono ideal a su yo-ficticio y a su leal ayudante, Bolorino Armani. En estas dos entregas ha jugado con varios modelos como Pepe Gotera y Otilio, Petete y Trapito o Hernández y Fernández. Ninguno termina de cuajar. Así que he decidido usar una estrategia del mundo televisivo: ¡un crucesobre!”

Sin haber entendido muy bien a qué se refería don Pablo, paso a la sección de tebeos viejunos para encontrarme con el nieto del editor, que ya me aclaró el origen de su proyecto de manga canario. “El viejo no se entera o no se quiere enterar. El otro día le instalé en el móvil esa utilidad para ver la tele de pago y le expliqué que algunas series se cruzaban con otras, como ‘Flash’ y ‘Arrow’. Le dije que a eso se le llamaba crossover. A partir de ahí, dejó de escucharme y empezó a montarse una de sus películas.”

Volviendo de nuevo con el señor Pommedeterre –que se debatía por salir de una pila de libros de texto de EGB- este me explica ya los pormenores del proyecto: el personaje de la inspectora María Anchieta, creado recientemente por Dulce Xerach, unirá sus fuerzas con las de Tinerfe Fumero para desvelar un terrible misterio, incardinado en el corazón de una maraña de intrigas políticas, experimentos científicos no autorizados y feroces batallas por el poder: «Los Niños del Porís.»

“¿Recuerda usted la película Los niños del Brasil? –me pregunta mientras hacemos cola para la caja- “Pues esto va de lo mismo, pero más de aquí. Anchieta y Fumero intentarán poner luz en un proyecto de clonación que pretende poblar El Porís de Abona. Aquí la tecnología viene también de alemanes que salieron a toda leche del continente en 1945, pero el misterio está en la identidad del donante. ¿Un venerable exalcalde, fundador de una coalición política? ¿Un cumbanchero vicepresidente económico insular? ¿un virtuoso de la guitarra con mandíbula prominente? ¿o una menuda pero energética diputada? Le aseguro que el desenlace será apabullante” –concluyó, para abandonar la fila en pos de otro libro viejo que había llamado su atención.