El Cabildo de La Gomera boicotea «En el corazón del mar» por haber eliminado las escenas de Curbelo

Cartel inicial de la película, que incluso fue remitido al Cabildo gomero

El pre-estreno de «En el corazón del mar» en San Sebastián de La Gomera ha llevado la indignación al Cabildo de esta isla, ya que el director Ron Howard ha eliminado en la sala de montaje todas las escenas en las que aparecía, e incluso con diálogo, el presidente del Cabildo y líder de Agrupación Socialista de La Gomera, Casimiro Curbelo. Como se recordará, parte del metraje de la película fue rodado en la isla colombina aprovechando sus excelentes paisajes marinos y las ventajas fiscales de los rodajes en Canarias.

Como represalia, el Cabildo ha impedido el desembarco de la cinta en el puerto de San Sebastián y vigila los demás accesos por mar a la Isla para evitar que entre de forma clandestina. De igual forma, cortará el acceso a todas las páginas de descarga de Internet a fin de que ningún gomero pueda descargarse un screening que, según informa el Cabildo en una nota de prensa, «devalúa el esfuerzo interpretativo de nuestro presidente, que es, por definición y por inercia, un esfuerzo de todos los gomeros». Añade que «Curbelo se preparó a conciencia el papel e incluso transigió, en un acto de generosidad y respeto a la libertad creativa, con la negativa de Howard de incluir escenas silbadas». El sentimiento de afrenta que recorre el Cabildo no es pequeño. Prácticamente todos los funcionarios insulares están volcados en evitar que la cinta se filtre en Internet y llegue hasta La Gomera, lo que está generando una parálisis administrativa importante aunque también el agradecimiento de Warner Bros.

En la película, que narra la historia tras la novela Moby Dick de Herman Melville y la obsesión por la ballena gigante, Curbelo daba vida a un marino borracho y pendenciero pero siempre jocoso, con numerosos chascarrillos, todos de gomeros «para dar más lustre al nombre de la Isla». El presidente, según fuentes cercanas, se halla muy decepcionado y dolido con el director, al que invitó a comer en Casa Efigenia sin que este gesto de extraordinaria hospitalidad parezca haber sido correspondido por Howard.