El Cabildo quiere convertir Pueblo Chico en una zona de Fiscalidad reducida a escala 1:25

«Inmersos en esta dolorosa crisis, creemos que Tenerife no puede desaprovechar esta ocasión para conseguir captar capital e inversión exterior». Con estas palabras definía el Presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, el proyecto de incentivación y captación de capitales que la corporación presentará en el próximo pleno de gobierno para luego ser aprobado por el Parlamento de Canarias.

Tras meses de reuniones con diversas asociaciones empresariales, la idea de promover una zona de fiscalidad reducida en Pueblo Chico ha despertado el interés de varios Fondos de Capital Riesgo norteamericanos, que estarían dispuestos a instalarse en el conocido mini parque temático orotavense y establecer allí una base de operaciones del futuro nodo de comunicaciones con África.

Para el Cabildo de Tenerife, Pueblo Chico, por sus especificidades, su territorio reducido y la notable presencia de infraestructuras -tiene aeropuerto, puertos marítimos, autopistas, tranvía, universidad, centros comerciales,…- reúne todo lo que un inversor necesita para garantizar el desarrollo de una actividad empresarial.

El aeropuerto, con luces y todo, situado a escasos metros del auditorio.

Los responsables del parque estarían ultimando la construcción de un mini-edificio de oficinas que se situaría en un pequeño terreno situado tras el mini-auditorio, un lugar privilegiado con vistas al mar y a escasos metros del aeropuerto, y se sabe que varios empresarios que han visitado el recinto coinciden en señalar la tranquilidad del lugar, de sus gentes, el clima privilegiado y la amplia oferta de ocio que Pueblo Chico ofrece a sus mini-habitantes.

Oferta de ocio nocturna en Pueblo Chico

Responsables del Área económica del Cabildo insisten en que  si a todo esto se le une la posibilidad de ofrecer unos tipos impositivos a escala 1:25, como todo lo construido allí, Pueblo Chico podría convertirse en un nuevo y atractivo paraíso fiscal a escasas dos horas y media del continente europeo, con la seguridad jurídica y socioeconómica suficiente y un nivel de chanchullismo administrativo aceptable.

Solo queda superar el trámite parlamentario y esperar las posibles trabas fiscales que pueda presentar la Administración Tributaria del Estado en cuanto a la aplicación de un impuesto de sociedades a escala 1:25, ya que la Agencia Tributaria Canaria ha dado el visto bueno al mini-Igic y ya ha reservado un local en los bajos del mini-edificio que se está construyendo para colocar allí una Oficina de Gestión en la que trabajarían entre 8 y 15 figuritas, entre personal administrativo, técnicos y jefes de sección, que cobrarán así mismo un simbólico sueldo a escala.