El Gobierno de Canarias reducirá el calor un 10% a partir de agosto
Tras la reunión extraordinaria del consejo de gobierno celebrada el pasado sábado en la sede de Presidencia de la capital tinerfeña, Paulino Rivero ha adelantado que, dentro de la Ley de Medidas Extraordinarias, desde el próximo 1 de Agosto se reducirá el calor en el archipiélago un 10%.
Esta medida, según han avanzado ya los sindicatos, afectará a toda la población y ocasionará un descenso en el consumo de productos refrescantes, lo que se puede traducir en una pérdida de miles de empleos tan sólo durante el periodo veraniego, periodo en el que muchos comercios del archipiélago consiguen salvar la cada vez mas complicada temporada turística puesto que en invierno el consumo se resiente bastante, sobre todo en las zonas mas al norte de las islas.
Para Roque Fort, portavoz de la Asociación de Heladeros Unidos de Canarias «Este recorte del 10% del calor soportado será la puntilla que definitivamente acabará con el sector. Nos condena a utilizar menos dulce y menos nata en nuestros productos para tratar de reducir los costes y evitar el cierre de establecimientos. Acabaremos todos vendiendo polos de hielo».
Sin embargo, desde colectivos como el de Pequeños Productores de Flash y el de Ciudadanos por un Helado Sin Azúcar, las medidas del gobierno han sido acogidas con gran optimismo, con la única excepción del Sindicato de Hosteleros Cautelosos, que como viene siendo habitual ha preferido no manifestarse y mantiene un cierto recelo sobre la eficacia de tal anuncio.
El Ejecutivo de Rivero defiende este recorte porque se traducirá en un menor consumo energético y en una reducción de gases CFC provenientes de productos desodorantes.
«Esta reducción del 10% será beneficiosa para el medio ambiente además de reducir el importe de las partidas destinadas a subvencionar la tarifa energética» comentó el propio presidente del gobierno canario en rueda de prensa posterior al consejo, que terminó señalando que «Es posible que hayamos estado viviendo con un calor que no podíamos permitirnos».
Esta medida se cree que afectará tanto al calor ambiental como a la temperatura del agua del mar, aunque hasta no publicarse en el BOC no podrá asegurarse debido a que, a día de hoy, hay una corriente crítica al respecto liderada por los representantes masculinos del ejecutivo.