El PP presenta su catálogo de nuevos símbolos franquistas para Santa Cruz

Tras años de polémicas, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife parece avenirse finalmente con el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, y prepara la retirada de una serie de símbolos que aún permanecían exaltando la dictadura en la ciudad, como monumentos, calles y menciones franquistas, un total de 79 según el catálogo hecho público por el Gobierno de Canarias. Ante esta situación y advirtiendo que «nada tiene que ver una cosa con la otra», el Partido Popular de la capital tinerfeña ha presentado su propio catálogo de nuevos símbolos para repoblar las calles chicharreras con recuerdos de otras épocas. Esta iniciativa se ha dado a conocer en una rueda de prensa a la que ha asistido, en última fila y ataviado con una gabardina y un bigote falso, el actual alcalde de Coalición Canaria, José Manuel Bermúdez.

Carlos Tarife, probable candidato popular en mayo de 2023, explica que la propuesta parte de «la necesidad de hacer de Santa Cruz una ciudad abierta e inclusiva, en la que también las personas que echan de menos otras épocas porque tampoco les fue tan mal y al menos había orden y pan se sientan acogidas, parte de la ciudad; no olvidemos también que un segmento creciente de la juventud expresa una cierta añoranza por esos tiempos que no vivieron y creemos que es preciso darles también un espacio».

Entre otros, el PP propone situar una «simpática reproducción» de Francisco Franco, con el brazo en alto, en el inicio de la avenida Asuncionistas, «dando una cálida bienvenida a la ciudad a quienes llegan»; una estatua de homenaje a la Legión Cóndor en la confluencia de ésta con la calle San Sebastián («porque lo que hay ahora ni se sabe lo que es», apostilla Tarife) o renombrar el García Sanabria como «parque del Alzamiento». En algunos momentos de la rueda de prensa pudo escucharse al José Manuel Bermúdez de incógnito proferir por lo bajini expresiones como «osss, ésa está buena» o «qué idea más bien pensada».

En cuanto al conocido como «monumento a Franco», fuentes del Ayuntamiento señalan que «si no podemos fundirlo para vender el metal al peso, probablemente lo recubramos de gomaspuma y lo integremos en el parque de La Gesta de la avenida de Anaga, para divertimento de nuestra infancia».