El sindicato de la policía local denuncia que Bermúdez obligó a su escolta a disfrazarse de osito

El agente de la ley, en sus horas más bajas

Sigue la polémica en torno al empleo de policías locales en funciones de escolta por el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, en los pasados carnavales. La nueva denuncia del sindicato de la policía local indica que el alcalde obligó a uno de sus escoltas a disfrazarse de osito, sí, de osito. 

«Más allá del abuso de recursos municipales, del cansancio que supone el trabajo en tantas horas sin descanso y del gasto que supone, lo peor del caso es que el alcalde obligó a su escolta a disfrazarse de osito bajo la justificación de que así pasaba más desapercibido», destaca en una nota el sindicato.

El Baifo Ilustrado tuvo acceso al agente de la Unipol J.M.M., de 27 años y de baja médica por depresión desde el pasado febrero. «Fue humillante. Yo tenía preparado mi disfraz de flamenca con barba de tres días, los calcetines para hacer el relleno de las tetas y todo, pero cual fue mi sorpresa cuando al pasar a recoger al alcalde a su vivienda, me obligó a ponerme un disfraz de osito». El problema surgió cuando, según detalla el agente, el traje era propiedad del mismo alcalde. «Era de como hace quince años y todavía olía a ron cola. Claro, no me servía y el alcalde removió Roma con Santiago para encontrar un disfraz de osito de mi talla», apuntó el agente, al que llaman «El Leído» en el cuerpo pues tiene una diplomatura en Relaciones Laborales.

Aquí no para la denuncia. «No solo tuve que escoltar de esta guisa al alcalde durante toda la noche del Lunes de Carnaval, sino que hasta tuve que pagarle un par de cubatas y llevarlo a la pela chica a su casa por la moña que se cogió», comenta el agente entre sollozos.

La denuncia incide en aspectos sorprendentes sobre el proceder del alcalde Bermúdez en las noches de Carnaval. «No bajó del platillo volante, me quedé por ver qué tal estaba la cosa en la calle San José. Además, llegó a un grado de disipación de tal calibre que intentó ligar con su propia novia y me tocó el culo en repetidas ocasiones», aclara el escolta, que quiere por otra parte dejar bien clara su condición de heterosexual.

El Baifo Ilustrado se puso en contacto con la alcaldía para contrastar estos extremos. La respuesta fue breve: «El alcalde con su vida privada puede hacer lo que estime, y si el escolta estaba disfrazado de osito, pues bien disfrazado que estaba».

Pero la iniciativa no acabará ahí. El alcalde santacrucero quedó tan alegre con su idea que propondrá para los Carnavales de 2013 que loas unidades de policía local y de la Unipol lleven un disfraz de osito customizado con los elementos necesarios para el cumplimiento del deber. Este diario digital ha tenido acceso a la propuesta en tres dimensiones del futuro traje, para el que se ofreció como modelo el agente G.M.H., alias «El Carnechochino». «Es lo más gordito que tenemos en el cuerpo, es el cuerpazo, por así decirlo; si le queda bien a él, le queda bien a cualquiera», comentó la costurera Mari Carmen Pespunte, responsable del diseño y veterana en lides carnavaleras. Suyas son las fantasías de Caña Dulce y de murgas como Las Que No Están Ni Se Les Espera.