Felipe Campos funda su propia radio de opinión non-stop

Radio Felipe da la oportunidad al abogado de pasar casi todo el día entre micrófonos.

El conocido y mediático abogado tinerfeño Felipe Campos, frecuentemente reclamado por diversos medios para conocer su opinión sobre temas de candente actualidad, ha decidido centralizar su actividad opinadora y ahorrar tiempo fundando su propia radio, dedicada íntegramente a difundir sus posicionamientos. Bajo el nombre de Radio Felipe, de momento se halla en antena de forma alegal, aunque ya ha presentado una impugnación al concurso de radios del Gobierno de Canarias, al considerar que «nos ha dejado fuera del reparto de frecuencias de forma totalmente intencionada para que los ciudadanos no conozcan mi parecer».

Radio Felipe emite unas ocho horas de programación propia, repartidas entre monólogos de Felipe Campos ante asuntos de actualidad, su repaso de la prensa entre interjecciones de desaprobación y varias tertulias con participantes de la talla de Pedro Anatael Meneses y el abogado Antonio Sosa. El resto del día se cubre con una selección musical y la lectura por entregas del sumario del caso Las Teresitas, a la cual se ha dado un formato de radionovela más dinámico: «Arenas del deseo». Se está negociando con el Consejo General del Poder Judicial para poder retransmitir radiofónicamente los juicios en los que Campos actúe como letrado.

El abogado asegura que «de esta forma no tengo que atender a los medios uno por uno, aunque seguiré colaborando con quien me llame y en Radio San Borondón saben que pueden contar conmigo, porque ambos defendemos un mismo objetivo: denunciar el contubernio político-mediático-económico-empresarial que mantiene sometida esta tierra a una epidemia de corrupción, como hago todos los días desde que me levanto, prácticamente».

Felipe Campos, que ya ha sido noticia en El Baifo Ilustrado por demandar a un colectivo ciudadano que no le eligió para representarlo, también ha ampliado su cartera de actividades con un servicio de opiniones a domicilio, en el que, por competitivas tarifas, se ofrece a opinar sobre disputas familiares o altercados de bar o de comunidades de vecinos. Hace unos días, intervino en un conflicto vecinal motivado por el mantenimiento del ascensor de un bloque en Miramar, en Santa Cruz, asegurando que «la actitud de los vecinos de los dos primeros pisos negándose a pagar la derrama para la limpieza de la maquinaria es una muestra más de la opresión que cuatro vecinos tienen sobre el resto del edificio, impidiendo el desarrollo de una sociedad solidaria, porque eso no le interesa a ATI». Luego cobró 120 euros por la opinión, IGIC aparte.