Hacienda revisa su libro de protocolo y elimina el dinero negro

El Ministro de Economía y Hacienda durante la presentación del borrador del Libro

La última revisión del libro sobre Protocolos de Actuación dentro de la Agencia Tributaria ha puesto de manifiesto, no sólo el incremento de las medidas tendentes a perseguir y localizar posibles focos de fraude, sino que además ha aprovechado para reformar ciertas actuaciones, de tipo ético y moral, que llevaban desde hace algún tiempo en el punto de mira.

A partir del próximo 1 de Septiembre, según se desprende del borrador con el que trabaja el Ministerio de Economía, se dejará de utilizar el término «dinero negro», siendo sustituído éste por «dinero de color oscuro». Por tal motivo, y para no crear controversia, el dinero legal pasará a ser denominado como «dinero de color claro».

Tampoco se ha pasado por alto la reclamación de la Asociación para una Hacienda Laica, la cual llevaba tiempo señalando que el uso del término «Paraíso Fiscal» tenía unas connotaciones religiosas muy claras, y que ponía en entredicho el carácter neutro que debía tener este órgano recaudatorio. Tal y como llegaron a manifestar ante el propio Ministro de Economía, los contribuyentes budistas, por poner un ejemplo, podían sentirse molestos ya que no podrían entender este concepto de paraíso, cuando para ellos el dinero sólo pasa de unas manos a otras, siendo nuevamente impreso a medida que se iba destruyendo, en una clara alusión a la continuidad del papel moneda a lo largo del infinito.
De esta manera, se evitará el uso de «paraíso fiscal» o «edén fiscal», y se sustituirá por «Lugar de Fiscalidad Distraída», un término que cumpliría con el compromiso de hacer reconocible la, en ocasiones,  compleja nomenclatura económica y fiscal.

Esta misma asociación defensora de la laicidad, agradeció a los responsables de la redacción de este libro de protocolos, el esfuerzo realizado de cara a preservar así mismo los usos y costumbres de todas las nacionalidades que forman parte del conjunto de contribuyentes, desterrando el empleo común de palabras como «chorizo», en alusión al defraudador, y que chocaban con las reticencias de un gran número de ciudadanos que consideran al cerdo y sus derivados como impuros, o a aquellos otros mas comprometidos con una alimentación carente de productos de orígen animal.

Este libro de estilo se podrá consultar por internet a partir de la próxima semana.