Izquierda Unida se subasta en eBay

Los resultados obtenidos por IU-UP en las últimas elecciones generales han movido a sus dirigentes en Tenerife a tomar medidas drásticas: fuentes cercanas a la cúpula de la coalición de izquierdas han informado a El Baifo Ilustrado de la intención de esta de subastar todos sus activos en eBay.

Recabar fondos para confluir

Nos ponemos al habla con un militante de base de la formación que, pese a residir en Buenavista del Norte, nos pide que digamos que vive en Taco: “somos tan pocos en ese municipio que seguro deducen quién soy” –nos aclara. Bajo el pseudónimo de “Fidernesto Chávez” explica algunos de los pormenores de esta estrategia: “hemos perdido tres cuartos de millón de votos y hemos bajado de once a tres escaños en el Congreso. Pese al mensaje triunfalista y esperanzado de Garzón, la cosa está negra, negra retinta. Toma fuerza la idea de que debemos dejarnos comer, esto, confluir con los podemitas. Quién me lo iba a decir a mí, comunista ortodoxo y pro-soviético desde que tengo edad para afeitarme, que iba a acabar escuchando que debíamos reírle las gracias a los ‘troskos’. En fin, no quiero pensarlo porque me cabreo… el caso es que todo el mundo está frito por pillar silla, pensando que con los dos millones de votos que aportamos, daríamos el gran salto adelante, pero las cosas como son: cuando tienes dos escaños frente a sesenta y nueve, no puedes hablar de tú a tú, así que hay que aportar algo más.”

La iniciativa de la sección chicharrera de la coalición pasa por subastar en eBay y páginas similares como Todocolección lo mejor con lo que cuenta IU en la isla picuda: “Algo darán por Ramón Trujillo o por Pérez Ventura, pero en quien tienen depositadas todas las esperanzas es en Eparquio Delgado. Entre que escribe libros, toca la guitarra y hace monólogos… De hecho, van a subastarle por piezas: una cena con recital por aquí, unos ejemplares de sus obras firmadas y dedicadas por allá, una sesión psicológica por allá…”

Dejamos a “Fidernesto Chávez” en su centro de salud para repetir las recetas de “tranquimanises” porque la expectativa de tener que cambiar un rojo desvaído por un morado intensamente berenjena le causa profunda depresión.