Josefa Hernández construye ilegalmente dentro del piso cedido en Puerto del Rosario

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Josefa Hernández, la conocida como «abuela de Fuerteventura», que protagonizó informativos el pasado verano tras pasar tres días en prisión por no derribar parte de su vivienda, construida ilegalmente, en Betancuria, vuelve a ser noticia por unos hechos similares, ya que sus nuevos vecinos de Puerto del Rosario denuncian que está realizando obras sin autorización dentro del piso que le cedió el Gobierno de Canarias a raíz del escándalo mediático de su caso.

Hernández admite que, en efecto, ha realizado «alguna obrilla para poder cobijar a mi familia y a tres sobrino-nietos y dos concuños que me han venido y que, claro, no tenía donde meterlos». Según una primera inspección de los peritos judiciales, las obrillas incluyen tres nuevas plantas completas, con baño y cocina, y un ático que es una réplica exacta de la caseta de madera que tenía en su vivienda de Betancuria y que según explica ha construido «para que mis nietos no tengan tanta añoranza del pueblo».

Josefa Hernández asegura que «todo esto lo hago por mi familia, incluida la tercera planta extra, que es para alquilar, pero el alquiler también es para mi familia», y añade que «me faltaría añadir un piso más por si alguno de mis hijos viene un día a visitarme y verme en persona, no solo en las noticias». «Además, tengo tres sacos de cemento a los que hay que darle salida, porque eso no se come», explica.

De momento, la juez que instruye el expediente ha adoptado varias medidas cautelares para que Josefa cese en su actividad constructora, entre las que destaca la prohibición de ver cualquiera de los programas de reformas que emite el canal Divinity, así como Bricomanía e incluso Art Attack. Hernández cree que estas medidas son desproporcionadas y lamenta que «de nuevo la Justicia esté persiguiendo al pobre».