La policía aborta una pelea entre cosplayers y lolitas al término de la Tenerife Lan Party

La Tenerife Lan party estuvo cerca de terminar en tragedia.

La intervención de la Policía Nacional abortó ayer por la tarde una multitudinaria pelea entre lolitas y cosplayers, casi al término de la Tenerife Lan Party, que se estaba celebrando en el Recinto Ferial de Santa Cruz. Según informan fuentes oficiales, todo se inició cuando una «cosplayer» (una joven ataviada con las ropas y símbolos característicos de su personaje de manga, anime o cine favorito), emulando a la princesa Peach del videojuego «SuperMario Bros», alabó la indumentaria de otra asistente, con la frase «qué bueno tu disfraz», cuando en realidad, no iba disfrazada sino que vestía al estilo de las «sailor lolita». La ofensa alcanzó límites difíciles de entender para los no iniciados, pero según cuentan los testigos la «sailor lolita», en una actitud que contradice el carácter dulce de las lolitas pero casa con los modos rudos de los marineros, contestó a la cosplayer que «disfrazada irá tu puta madre», y la emplazó a resolver sus discrepancias con violencia a la salida del evento.

Los rumores de esta cita con las cachetadas se extendieron pronto por el recinto, y eso fue lo que permitió dar la alarma a la Policía, que tuvo que enviar dos mediadores, uno vestido de «casual lolita» (meritorio trabajo el de los cuerpos de seguridad, habida cuenta de la falta de tiempo para perfeccionar el vestuario y rasurar el poblado bigote del agente), y otro de Flash Gordon, para poner paz entre ambas facciones y evitar derramamiento de accesorios de cartón piedra y corazones de fieltro.

Salvado este incómodo momento, la Tenerife Lan Party cierra otra edición exitosa sin más incidentes que las habituales 500 tendinitis de muñeca de cada año y unos seis casos de depresión entre jugadores de rol que perdieron sus respectivas partidas.

Por otra parte, cabe destacar que el colectivo hipster de la Isla ha manifestado su insatisfacción por la falta de eventos similares a la Lan Party en los que reunirse e intercambiar sus experiencias y postureos resabiados, por lo que avisan de que podrían iniciar una huelga de decadencia y frapuccinos a las puertas del Cabildo Insular, al que acusan también de no haber hecho nada para instalar un Starbucks en la Isla.