Las cabras grancanarias comienzan a organizarse en comandos de autodefensa

Las cabras morirán matando, según ha afirmado su portavoz.

Las cabras de los montes grancanarios no aceptan ser masacradas en silencio y han empezado a organizarse en comandos de autodefensa. Desde La Aldea a Guayedra e Inagua, 77 ejemplares han caído en las batidas llevadas a cabo por el Cabildo, que justifica la medida en el riesgo a la biodiversidad que las cabras asilvestradas suponen al devorar flora autóctona. No obstante, en una de las últimas expediciones, los cazadores fueron víctimas de una emboscada por parte de los animales, que consiguieron desarmarles y huir con los rifles. Ahora las cabras disponen de armas y munición, y exigen a Antonio Morales, presidente insular, el cese de la actividad armada para sentarse a negociar o de lo contrario «caerán dos de los vuestros por cada una de nosotras», según ha dicho Blanquita, líder del autodenominado Frente de Liberación Caprina.

Las cabras han grabado un comunicado en video, ataviadas con pasamontañas para esconder su verdadera identidad, en el que ponen sobre la mesa su voluntad de repeler los ataques de los que son víctimas, y exigen tanto a Morales como al consejero de Medio Ambiente, Juan Manuel Brito (Podemos), que las evacúen de la Isla en un jet privado rumbo a las montañas del Atlas marroquí, con 150.000 euros en un maletín, en billetes de cincuenta no consecutivos. Blanquita ha llegado a asegurar que «el tiempo de matar cabras impunemente ha llegado a su fin; o el Cabildo depone su actitud y accede a nuestras demandas, o la venganza será terrible». De igual forma, asegura que «hemos intentado resolver esto por las buenas, echando una instancia en el Cabildo, pero hemos topado con una burocracia insoportable», lo que les ha llevado a ser, literalmente, unas cabras hartas de papeles.

El Partido Animalista Pacma se halla ahora en la disyuntiva de regocijarse en una de las pocas ocasiones en las que los hechos les dan la razón, o condenar la actitud terrorista de los cápridos. A última hora de anoche, una asamblea vegana no lograba fijar una postura común.

Mientras tanto, Jordi Évole ya ha manifestado su predisposición para entrevistar a Blanquita.