Los desperdicios carnavaleros toman vida en Santa Cruz

Si fue usted infante, joven o persona menor de edad durante los añorados años ochenta, recordará sin duda a los Fraggle y a uno de sus protagonistas: la sapientísima Montaña de Basura, que ejercía de consejera de los alegres seres que vivían en el centro del universo. Si a la remembranza ha seguido la nostalgia y es usted habitante de Santa Cruz, ¡no desespere! porque esta colina detrítica y sentiente se ha reencarnado a partir de los desperdicios generados por la última edición del carnaval.

Los primeros signos de este proceso de generación espontánea de vida inteligente y maloliente se produjeron durante el carnaval de día, cuando los residuos de determinadas zonas de botellón empezaron a agruparse e incluso a proferir sonidos. La algarabía de las fechas y la elevada ingesta de alcohol evitaron que la mayoría de los asistentes se percatara, aunque algunos oídos avezados, libres ya de la cogorza, creyeron escuchar palabras sueltas como “mamotreto”, “moción de censura” o “Auditorio”.

De forma aún no explicada, una gran porción de los residuos apareció acumulada en la charca de la Plaza de España. Rodeada por un anillo líquido de sospechoso color amarillo, Justina, como quiere que la llamen, se ha aposentado en la urbe chicharrera y está empezando a repartir su sabiduría entre paisanos y visitantes.

Después de una cola de moderada largura y a la prudencial distancia, he podido entrevistar a la Montaña de Basura. Con su venerable y apestosa parsimonia, me ha indicado que ya ha tenido a bien entrevistarse con José Manuel Bermúdez, primer edil de la ciudad, que le ha consultado en torno a aspectos de tanta actualidad como la demolición del mamotreto o las medidas para reactivar el ocio nocturno. “Es muy mono. Parece un curri”, me indicó mientras apartaba de sus gafas un peloto de confeti apelmazado. Posteriormente, añadió que Cristina Tavío también se había dado una vuelta por allí, para pedirle consejo en torno a la mejor estrategia para enfrentarse a un futuro “antonizado”. El último de los próceres locales que ha venido a imbuirse de la experiencia de doña Justina ha sido José Ángel Martín –“es muy guapo; parece un gori”- que ha expuesto su deseo de encontrar una candidatura viable para la secretaría general del PSOE en Tenerife.