Lucas Fernández se embarca en su próximo proyecto: «Óscar Domínguez vs. Predator»
El cineasta tinerfeño Lucas Fernández inicia estos días en Tenerife el rodaje de su siguiente película, en la que repite con el personaje de Óscar Domínguez, el pintor surrealista, quien en esta ocasión se enfrenta a Predator, conocido en España como «Depredador» gracias a la cinta homónima de 1987. Este filme, cuyo rodaje comienza ahora, narrará la tortuosa relación entre el pintor y el atormentado extraterrestre, amigos y enemigos, fuente de inspiración mutua, en una historia que salta de Tenerife al París de los años 20.
Fernández ha declarado que «el guión me llevaba rondando desde hacía tiempo, pero no terminaba de encontrar el momento adecuado de mi desarrollo personal y profesional para llevarlo a cabo, y creo que ese momento ha llegado». Según informó a los medios en rueda de prensa, en esta película «habrá un poco de todo, no digo que vaya a ser multi-target, pero queremos que el espectador se marche satisfecho de lo que ha visto tras pagar 15 euros, que es lo que calculamos que costará el cine cuando la cinta esté terminada». Así pues, habrá espacio para la comedia, el romance, el drama y la acción. «En la película anterior nos faltó mostrar el lado más cachondo y juguetón de Óscar, y queremos que se vea en ésta, pero sin renunciar al intimismo y la introspección, ni a las escenas de acción en las que Predator se cargue algo, para no decepcionar a sus fans», explicó, para definir posteriormente la película como «todo un reto».
Por su parte, Predator indicó que «este proyecto se aparta de lo que ha sido mi línea interpretativa durante los últimos 30 años, y me da la oportunidad de mostrar al personaje en su madurez, un Predator otoñal que ya ha consumido buena parte de su vida y que, sin dejar de lado su gusto por la muerte y la destrucción gratuita, echa la vista atrás y gracias a su relación con Óscar Domínguez recapacita sobre su existencia, las amistades perdidas, las oportunidades desperdiciadas… todo muy melancólico».
La película rodará algunos de sus exteriores en Garachico y Los Silos, y el Cabildo Insular de Tenerife, a través de la Tenerife Film Commission, ha apoyado el rodaje surtiendo al equipo técnico de un completo servicio de catering de croquetas. El Gobierno de Canarias no ha aportado subvención alguna debido a los recortes, pero ha iniciado conversaciones con Fox y Paramount para una posible adaptación futura en el mercado norteamericano.