Miembro de la Esclavitud del Cristo no sabe cómo explicar que en su fuero interno se siente mujer

La semana pasada, el Tribunal Supremo avaló que la Hermandad de la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna no admita mujeres en su seno, estimando el recurso de casación que la entidad religiosa interpuso contra la sentencia de la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife, que se pronunciaba en sentido contrario. En el ambiente de euforia que se vive en la Esclavitud, pasa inadvertido el conflicto interno de uno de sus miembros, a quien llamaremos con el nombre figurado de Rosario, y que ha tenido a bien desahogarse con El Baifo Ilustrado.

Rosario lleva veinte años como miembro de la entidad, aunque ha sido en los últimos cinco cuando ha tenido el valor de admitirse a sí mismo que en realidad se siente mujer: «pero claro, eso cómo lo cuentas allí, Jesús nos ama a todos pero esta gente de la Hermandad es muy selecta y muy quisquillosa; estoy reuniendo valor para someterme a la reasignación y me da mucha pena tener que dejar un lugar en el que siento que puedo vivir mi fe y salir en procesiones pintureras, es una lucha interna muy importante, no se crea». Rosario está seguro de que no contaría con el apoyo de sus hermanos e incluso teme que «alguno de ellos me dedique un artículo en prensa lleno de comillas absurdas, usted ya sabe a qué me refiero».

Por otro lado, como se ha dicho, el ambiente de euforia en la sede de la Esclavitud es absoluto, y desde que se hizo pública la sentencia del TS ha habido parranda ininterrumpida, como atestigua el sonido de bandurrias y panderetas que sale continuamente del inmueble. Además, hemos podido saber que la Hermandad ya prepara un libro contando su historia, bajo el título: «Cristianamente, mujeres no: la heroica lucha de un grupo de señores por mantener las vaginas lejos del Cristo», cuyos beneficios se dedicarán a obras sociales como apoyar financieramente a otras entidades con problemas similares.

No obstante, para evitar que vuelva a darse un conflicto como éste en el futuro, la Hermandad ha introducido un pequeño cambio en sus Estatutos, según el cual las personas de género fluido podrán pertenecer a la Esclavitud en días alternos.

Las mujeres que llevan años pleiteando para ser admitidas han decidido abandonar la vía judicial y plantean hacer uso de la Ley de igualdad social y no discriminación por razón de identidad de género, expresión de género y características sexuales, aprobada el año pasado por el Parlamento de Canarias, para inscribirse como hombres en el Registro Civil y a continuación pedir su ingreso en la Esclavitud, «de modo que acabemos con esto por la vía rápida», expresa un/a portavoz.