Nacho González reaparece en la presentación de su autobiografía «No me acuerdo de casi nada»

«No me acuerdo de casi nada», ya a la venta en unas pocas librerías.

Ha pasado varios meses alejado del ojo público tras los malos resultados de su formación política, el Centro Canario Nacionalista, en las elecciones locales y autonómicas del 24 de mayo; ayer, sin embargo, Nacho González reapareció en Santa Cruz de Tenerife en el acto de presentación de su autobiografía, «No me acuerdo de casi nada: memorias de un hombre inquieto«, proyecto en el que ha invertido su tiempo desde que decidiera enclaustrarse con su vieja Olivetti «para hacer balance y reflexionar sobre el rumbo que estaba tomando mi vida». La obra ha sido editada por El Rescate de los Recuerdos, editorial que ha sacado al mercado obras como «Vivencias de un campesino tacorontero en Haría« o «Grandes miserias del periodismo canario«.

El libro, que la crítica ha calificado como «insulso y deslavazado» y que incluso ha sido comparado con la biografía de Krusty el Payaso por estar «lleno de flagrantes omisiones», repasa el anecdotario personal de Nacho González en su largo periplo por diferentes partidos políticos de las Islas, con especial hincapié en la campaña de 2007, «porque fue una cosa muy loca aquello, con los anuncios contra la inmigración y con aquel de ‘en qué lista de espera te piensas morir’, madre mía qué risas nos echamos en aquella campaña». «Nos pasamos un huevo pero cómo nos reímos», apostilló el dirigente político en su habitual tono llano y accesible.

Esta autobiografía también dedica sendos capítulos a los proyectos más destacados que propuso el CCN y en torno a los cuales giraron varias campañas electorales, como fueron el sambódromo y la playa en lugar del puerto, ambos en la capital tinerfeña. De ambos, González destaca que «soy un loco soñador, y a mí esas cosas me hacían ilusión, sobre todo lo de la playa, me daba un poco igual dónde, pero yo quería poner una playa en Santa Cruz y que la llamaran ‘la Nachita’, para pasar a la historia».

Con prólogo interminable de Lorenzo Olarte, «No me acuerdo de casi nada» se detiene en 2014, fecha a partir de la cual Ignacio González asegura no recordar nada destacado ni del fracaso electoral ni del precipitado cierre de varios de sus negocios y las deudas que mantiene con sus trabajadores.