Nacho Vidal rodará en Tenerife un drama de corte científico

Nacho Vidal dando a su carrera un giro de 360 grados

El popular actor y antiguo intérprete “porno” Nacho Vidal rodará su próximo filme en la isla de Tenerife, un drama de corte científico basado en hechos reales y basado en un proyecto avalado por una productora chicharrera.

Toni Casso, accionista principal de La Piedra Producciones, manifestó su deseo de contar con Vidal en su proyecto de largometraje que, Dios menguante, se convertirá en realidad y empezará a rodarse a principios de 2013, si la productora consigue resolver ciertos problemas relacionados con el filme.

“Dos polvos sanadores” es el título provisional de la cinta que contará con la presencia de Vidal y de un reparto que aún no se ha terminado de concretar y que versará sobre la historia de un científico heterodoxo que afirma haber descubierto una panacea largamente ansiada por la humanidad: la fórmula para adelgazar sin hacer ejercicio. El investigador deberá enfrentarse a las envidias de la comunidad científica ortodoxa, al tiempo que comienza una lucha contrarreloj para patentar su descubrimiento.

Casso definió el proyecto como una mezcla entre Una mente maravillosa y Las aventuras de Ford Farlaine, todo ello pensado para aprovechar al máximo el carisma de Vidal, que antes de dedicarse al actoraje fue legionario. El productor comentó también que estaba teniendo muchas dificultades para avanzar con el proyecto.

 Incomprensión manifiesta

El productor comenzó indicando que la presencia de Vidal, apuesta personal suya, había supuesto una serie de malentendidos con toda suerte de instituciones públicas o privadas. Para empezar, sus anuncios para la realización de un casting fueron publicados en las secciones de contactos de los principales diarios locales, lo que provocó que las oficinas de la productora ubicadas en El Sobradillo se vieran literalmente asaltadas por una legión de aspirantes a “extras” que querían participar y, según sus palabras, “aprender del maestro Vidal”.

Las instituciones contactadas para ceder sus espacios de cara al rodaje –como cierta institución académica lagunera y cierto consistorio municipal del norte de Tenerife- dieron la orden a sus agentes de seguridad para que Casso fuera expulsado a patadas, los cuales cumplieron la misma de forma literal y, en palabras del productor, con entusiasmo. Los intentos de construir decorados se han visto paralizados por las curiosas contrapartidas solicitadas por algunas empresas, que llegaban a incluir la posibilidad de hacer “cameos” por parte de directivos y empleados.

 

El señor Casso confía en que de aquí a unos meses pueda aclararse lo que en sus palabras es un cúmulo de incomprensibles confusiones.