Pedro Martín intentará vender los bitcoins del ITER puerta a puerta por Tenerife

La reciente y sorprendente revelación de que el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables, dependiente del Cabildo de Tenerife, compró bitcoins de los que ahora no puede deshacerse, ha obligado al actual presidente Pedro Martín a tomar una decisión insólita, y a partir de la próxima semana recorrerá la Isla para intentar, con una ambiciosa campaña puerta a puerta, colocar estos activos digitales entre los ciudadanos. Tiene en esta iniciativa el entusiasta apoyo del consejero delegado del ITER, a quien el vicepresidente Enrique Arriaga estuvo a punto de endilgarle las criptomonedas, «y que hubiera sido un follón con Hacienda que te cagas», según ha manifestado con evidente alivio.

«¿Saben ustedes que Pedro Martín usa la misma palabra para decir crisis que para decir oportunidad?», nos preguntan desde el entorno de Presidencia, donde aseguran que este inesperado contratiempo puede convertirse en una valiosa ocasión para que el presidente intensifique su relación directa con la ciudadanía. Armado con un taco de facturas, lo que le vincula con la mítica figura del perrero en la memoria emocional del votante más mayor, pero vendiendo un activo digital de rabiosa actualidad, Martín podrá aprovechar sus visitas para también difundir sus acciones de campaña y explicar a los ciudadanos que tengan a bien escucharle e incluso invitarle a café sus últimos cuatro años de gestión.

Por su parte, el ex presidente Carlos Alonso ha lamentado «la falta de miras» del grupo de gobierno actual, e insiste en que «si en el ITER se compraron bitcoins fue porque no iba nadie al volante y porque estábamos explorando las posibilidades de la tecnología blockchain, que anda que no hemos hecho cosas por Tenerife con la tecnología blockchain, empiezo y no acabo de contar, vamos». Alonso ha añadido, si bien en un tono más bajo y cargado de resentimiento, que «el PSOE cogobernaba conmigo y nunca intentaron detener mis ideas brillantes, pues por algo sería».

Cabe recordar que, como ya informó en exclusiva El Baifo Ilustrado, el ITER intentó poner en circulación su propia criptomoneda, el bitrichi, sin éxito.