Políticos laguneros protagonizarán una nueva versión de la película «Death Race»

El progresivo interés de las productoras cinematográficas y televisivas por las condiciones de las islas como plató de cine está generando la puesta en marcha de proyectos donde no solamente se tienen en cuenta los paisajes, clima, arquitectura o incentivos fiscales sino, también, historias surgidas en el propio archipiélago. Así, el director británico Paul W. S. Anderson, conocido por películas como la saga Resident Evil, ha anunciado que ambientará su próximo filme en Tenerife y, más concretamente, en la ciudad de La Laguna: una secuela de Death Race: La carrera de la muerte.

Death Race es una cinta del año 2008 ambientada en un futuro cercano y un poco post-apocalíptico, en el que un convicto ha de participar en una carrera automovilística, enfrentándose en una competición sin reglas a otros criminales presos. Como toda la filmografía de Anderson, la película es pródiga en tiros, explosiones y acción, de ahí que, en esta época de precuelas, secuelas y remakes, este cineasta haya decidido hacer una nueva versión de su clásico, ambientándolo en la ciudad de los Adelantados.

Death Race II: La carrera de la muerte en el patrimonio de la humedad es el título provisional de un filme en el que la premisa carcelaria es cambiada por otra de naturaleza política y la competición se reduce a dos automóviles, con la alcaldía lagunera como premio. Para dar mayores visos de verosimilitud a la película, el director quiere que Blanca Pérez y Alejandro Marrero ocupen los roles protagónicos. Los vehículos que se utilizarán en el rodaje serán los propios de los rallyes insulares. La producción contará con el asesoramiento del periodista Cipriano García, que explicará a Anderson las singularidades del pilotaje y el tuneo de los vehículos que compiten en las carreras por los montes de las islas.

Fuentes cercanas al director inglés han manifestado que, en el caso de que esta empresa llegue a buen puerto, el realizador llevará a cabo una nueva película de la saga Resident Evil, ambientada en Las Verónicas y protagonizada por sus compatriotas que vienen a hacer turismo con todo pago.