Se niega a quitarse la pulsera del ‘todo incluido’ para no pagar en restaurantes

Virginia Ramos, la esposa de Antonio Merino, narra, entre la desesperación y la resignación, el caso de su marido, a quien ya han expulsado de seis restaurantes y dos McDonalds por intentar no pagar las cuentas enseñando la pulsera del «todo incluido» que le pusieron en el hotel del sur de Gran Canaria en el que pasaron recientemente unos días de vacaciones. Merino continúa mentalmente en el hotel, en un estado de negación de la realidad, que le lleva a pretender consumir en cualquier local de forma gratuita mostrando la pulsera y alegando que ya lo pagó con la reserva.

Para Virginia, la situación es abochornante y dramática. «En el hotel se acostumbró a comer de todo a cualquier hora insistiendo en que ‘esto todo está pago ya’, y ahora pretende seguir igual», explica a El Baifo Ilustrado. Además, como es un tipo con sentido del humor, «a cada camarero que le viene con la cuenta le enseña la pulsera y le grita ‘por el poder del todo incluido, yo te invoco’, y luego no entiende que quieran cobrarle y se enfada mucho y vuelve a casa repitiendo que los va a poner a parir en TripAdvisor y que muy mal el hotel, qué poca categoría», cuenta Virginia entre lágrimas. Esta actitud de su marido ya les ha costado tener que marcharse avergonzados de varios restaurantes, con la mujer pagando la cuenta en secreto. Virginia Ramos ha intentado quitarle la pulsera mientras duerme pero le resulta imposible, «porque duerme con una mano protegiendo la muñeca».

El psicólogo clínico y especialista en desórdenes posvacacionales Antonio Nuño señala que «es un trastorno relativamente común entre los varones canarios de mediana edad con tendencias cuñadiles que se han dado el lujo de pasar unos días en todo incluido; normalmente remite por sí solo pasadas unas semanas desde el fin de los días de descanso o hasta que el individuo se sienta ahíto y crea que ya no puede comer más». Nuño recomienda a esta familia crear un minibuffet de desayuno en casa para facilitar el tránsito a la vida normal al sujeto una vez éste recupere la consciencia de su anodina situación.