Televisión Canaria hará un llamamiento a la responsabilidad con el programa «Noveleros, pero menos»

«Noveleros» ha sido siempre uno de los programas más queridos y emblemáticos de la parrilla de Televisión Canaria. Aprovechando esa popularidad, la dirección de la cadena les ha encargado un programa especial bajo el título «Noveleros, pero menos», en la que se hará un llamamiento a la responsabilidad individual de los ciudadanos ante la pandemia. El director del ente regional, Francisco Moreno, señala que con esta iniciativa «queremos dar un empujón al cumplimiento de las medidas mostrando formas alternativas de ocio en las que no se renuncia a salir a la calle pero también se recuerdan las diversiones en el hogar».

En este programa especial, conoceremos a la familia Pérez Díaz, que intenta salir a dar un paseo al atardecer a Las Canteras pero vuelven a casa al ver la masificación de la avenida; ante la imposibilidad de comerse un helado, nos enseñarán a fabricarlo en casa. También podremos seguir las andanzas de Rosi Bethencourt, una jubilada que lleva asistiendo a la Fiesta de La Rama en Agaete los últimos 35 años y que, dado que este año el festejo ha sido suspendido, dedica una hora diaria en su casa a celebrarlo por su cuenta, para diversión propia y, al menos durante los primeros tres días, de sus vecinos, quienes se han entretenido el resto del mes de agosto denunciándola a la Policía Local. De igual manera, seremos testigos de las tribulaciones del joven Edwin Masagué, que da esperanzas a sus amigos de salir un jueves por La Laguna a tomar algo pero siempre acaba comprando un pack de cervezas en el supermercado y tomándoselas en casa mientras ve algo en Netflix.

El director del programa asegura que «queremos trasladar un mensaje de optimismo y esperanza, porque la novelería se lleva por dentro, uno es novelero quiera o no, y las circunstancias se pueden adaptar». Si la audiencia recibe este producto televisivo con cariño, pronto podríamos tener una segunda entrega centrada en vecinas que se cuentan chismes a gritos de ventana a ventana para mantener la distancia social sin renunciar a sus hobbies.