Un bebé aprende a decir «maricón» y su padre lo apunta en una murga

Este bebé murguero hace las delicias de transeúntes y carnavaleros.

 Antonio Núñez estaba pletórico tras descubrir que su hijo de apenas un año había aprendido a decir sus primeras palabras. Además de «mamá» y «agua» el pequeño era capaz de gritar un sonoro y correctamente pronunciado «maricón». «Debe habérmelo oído a mi algún día que paseábamos frente al ayuntamiento», declaró el orgulloso papá. Decidido a potenciar las capacidades lingüísticas del niño, Antonio no ha esperado ni un minuto y lo ha apuntado en la murga infantil «Los reaccionaritos», murga conocida por su amor a Tenerife y su desprecio por las personas afeminadas y los concejales. 

Por su parte, Pepín Osborne, director de la murga confiesa sentirse entusiasmado con el nuevo fichaje: «Es un niño superdotado, en tan solo unos días con nosotros ha conseguido memorizar y repetir frases complejas como «se lo quieren llevar todo para Las Palmas» y aseguró que «en poco tiempo será capaz de cagarse en la madre del alcalde».

 Los expertos en psicopedagogía infantil aseguran que poner en duda la sexualidad de alguien a grito pelado y ante cientos de personas fortalece la autoestima del niño y ayuda a desarrollar su cerebro reptiliano que es donde se ubican conceptos de gran utilidad como el pleito insular. El pequeño, que ya puede incluso leer editoriales de El Día y comprenderlos, no quiso irse a dormir su siestita diaria sin dedicar unas palabras a nuestro reportero del El Baifo Ilustrado: «bu, bu, Baifoluztrado, no haze puta gracia». Ja, ja, ja, Dios te bendiga hijo.