Un sebadal ataca a un surfista holandés en El Médano

La Semana Santa dejó un balance agridulce en el municipio sureño de Granadilla. Hans Van der Konig, un surfista holandés que practicaba su deporte favorito durante unas vacaciones en El Médano, fue atacado por un sebadal mientras estaba en el agua, de resultas de lo cual tuvo que ser atendido por el servicio de emergencias 112 y la Cruz Roja. Posteriormente fue trasladado a un centro de salud, en el que se le curaron los múltiples arañazos que le había asestado la criminal planta.

Unidades subacuáticas de la Policía Local procedieron al arresto del sebadal, de cuyas acciones delictivas ya se venía sospechando con anterioridad, debido a los diversos ataques a bañistas que se habían venido produciendo en la zona desde hacía unos años. Esta vez, la pieza clave es Van der Konig, quien ha reconocido, sin género de dudas, a la planta que lo atacó.

A mediodía de ayer la planta fue puesta a disposición judicial en el Juzgado de Instrucción de Arona, donde le fue impuesta la prisión incondicional, por considerar el juez que el sebadal “es un peligro cierto y manifiesto para sí mismo y para los demás, por lo que debe ser convenientemente custodiado en tanto se fije la fecha del juicio”.

El abogado del sebadal, Fernando Campechano, ha señalado que “mi cliente es una víctima del ecosistema, que reiteradamente ha solicitado atención por parte de las autoridades para poner coto y corregir sus antisociales instintos, sin que las Administraciones hayan movido un dedo para ayudarla”. Según la documentación a la que ha accedido El Baifo Ilustrado, el sebadal solicitó, a través de una instancia fechada en 2007, ser internado en un centro para plantas marinas con problemas de conducta, ya que se calificaba a sí mismo de “malvado y falto de empatía”. Nunca recibió respuesta de las autoridades.

La Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias ha emitido una escueta nota sobre este asunto, en aras de mantener un respeto máximo a las actuaciones judiciales: “Los sebadales no son de fiar y hay que acabar con ellos”.