Una pastilla gigante de Aero-Red acabará con los gases del volcán de El Hierro
El Gobierno de Canarias se ha reunido recientemente con un equipo de expertos del prestigioso Vulcanian Institute de Wichita, en los EEUU, para tratar de encontrar una solución a las emanaciones de gas que continúan brotando del cráter principal en el mar de Las Calmas, en la isla de El Hierro.
Este equipo, liderado por el profesor Walter Mitta, ha estado trabajando en una novedosa técnica que esperan poner en práctica en unas dos semanas y que podría restablecer definitivamente la tranquilidad en la zona y dar por cerrado así un fenómeno natural que ha alterado la tranquila vida de los habitantes de la isla.
Los científicos estadounidenses, con la colaboración de unos conocidos laboratorios y el apoyo logístico de uno de los buques que se encuentran en la zona, depositarán una cápsula de aero-red gigante justo en la boca del volcán.
Esta cápsula formada por un concentrado, que según informan desde el laboratorio equivaldría a cien millones de pastillas, deberá ser arrojada al mar y guiada mediante un sofisticado sistema de radar – el mismo que utilizan los misiles de largo alcance de la OTAN- hasta caer justo en el centro del cráter.
La cápsula, una vez dentro, liberará paulatinamente una dosis enorme de simeticona, el conocido principio activo del fármaco, que provocará una reacción endógena suficientemente importante como para acabar con los gases.
La complejidad de la operación, que debe tener en cuenta el estado de la mar, las corrientes submarinas y los conocidos vulgarmente como «eructos marinos» -emanaciones espontáneas de gas de cierta intensidad- es lo que tratan de ajustar en estas últimas semanas los miembros del equipo.
Según Walter Mitta, el lanzamiento y depósito no sólo han de ser precisos, sino que deben hacerse en un determinado tiempo ya que de lo contrario la cápsula se desharía antes de llegar al objetivo.
«Contamos con uno de los mejores lanzadores de cápsulas del mundo, James Flato» afirmaba Mitta. «Fue el que asesoró a Mark Hamill (Luke Skywalker) en la escena final de La Guerra de las Galaxias. Si alguien puede guiar esa cápsula en esas terribles condiciones, ese es él«
Por el momento, se están realizando simulaciones con placebos y los resultados son muy esperanzadores.