Turismo de Tenerife infiltra una delegación en Estambul para malmeter
«Que dice Erdogan que no hay huevos para seguir con la protesta». Ésta ha sido la primera frase en turco que han aprendido los miembros de la delegación secreta enviada a Estambul por Turismo de Tenerife con el fin de malmeter entre el Gobierno de Recep Tayipp Erdogan y los manifestantes que protestan por la progresiva pérdida de libertades en el país. Considerando que Turquía, con una interesante oferta turística y unos precios muy competitivos, es uno de los principales destinos de viajeros de Europa, el organismo público entiende que «debemos hacer cuanto esté en nuestra mano para prolongar el conflicto y captar a esos visitantes que ahora recelan de ir a Turquía, y promover entre ellos las excelencias de Tenerife», según explicó el responsable de Turismo del Cabildo Insular, Carlos Alonso.
Así pues, a esta estrategia de guerrillas consistente en hacerse pasar por manifestantes indignados que transmiten falsos mensajes del Gobierno para soliviantar a las masas, se suman otras acciones audaces como el reparto de octavillas entre los clientes de los hoteles con el texto «esto en Tenerife, no pasa» o «lo más violento que encuentras en Tenerife es un telemaratón». El Cabildo intensificará su promoción en los principales mercados emisores, con spots de televisión que contraponen la violencia de las calles de Turquía con alegres imágenes de comparsas y agrupaciones folklóricas.
El Cabildo de Tenerife también ha anunciado diversas iniciativas para atraer al turista que, en un principio, se había planteado como primer destino Turquía, «para que vean que en Tenerife no tienen por qué renunciar a ninguno de los encantos que iban a encontrar en Estambul». Entre las primeras medidas se encuentra un hermanamiento gastronómico entre ambos lugares, con una fusión de platos tan creativa como el kebab con mojo o las papas arrugadas con hummus. Asimismo se ha pensado aprovechar las obras de reforma de la Catedral de La Laguna para sumarle algunas cúpulas más y que su silueta recuerde a la de Santa Sofía, la gran Mezquita, de la ciudad turca. De igual forma, los comercios regentados por asiáticos pasarán a concentrarse en una de las salidas del puente Serrador, en Santa Cruz, para que así «al cruzarlo, los turistas sientan como si estuvieran cruzando el puente del Bósforo, a caballo entre Occidente y Oriente».
El Cabildo de Gran Canaria no ha querido quedarse atrás en esta audaz estrategia promocional, y según ha sabido El Baifo Ilustrado, ya busca alguna zona del mundo en la que avivar o crear un conflicto con el que desviar turistas a la isla redonda. Una fuente autorizada del Área de Turismo señala que «estamos pensando en la Riviera maya o quizás Cuba, porque ahí hace mucho tiempo que no se lía una bien gorda; algo se nos tiene que ocurrir para poder plantarnos allá, prender la mecha y traer a los turistas, por ejemplo, decir que Castro ha muerto y ha dejado toda su herencia al Partido Republicano, o algo así».
