Un hombre que logró contenerse frente al pan con mojo en un guachinche, nuevo héroe local

David Rodríguez acudió el pasado sábado a comer con varios amigos a un guachinche en La Matanza (Tenerife), sin sospechar que al final de la noche su popularidad iba a subir como la espuma gracias a la proeza que llevó a cabo antes de la comida. El joven santacrucero, de 23 años, permaneció impertérrito ante el plato de pan con mojo que, a modo de cortesía, suele servirse antes de que lleguen los platos pedidos en la comanda. Uno de sus amigos, que advirtió el gesto, inició sobre la marcha una retransmisión live en Instagram que concitó la atención de cientos de personas.

El nuevo héroe local explica que «a mí el pan con mojo claro que me gusta, pero es que me conozco, me hincho a pan con mojo rojo antes de que lleguen el chuletón o las chistorras y luego sudo como un cochino para poder terminármelo todo, y encima dejar hueco para el polvito uruguayo del final». La última vez que Rodríguez se dejó llevar por sus instintos, según relata, «me bajé pan y medio, con mojo y alioli, después la chuleta de cerdo me cayó como un ladrillo; me la comí entera porque eso es una cuestión de honor, claro, pero la acidez de estómago me duró dos días, no se iba ni con bicarbonato». Desde ese día, David tomó la determinación de no dejarse tentar más y comenzó a entrenar el autocontrol con sesiones de meditación y actividades inspiradas en la serie «Cobra Kai». «Es lo que me ha dado la fortaleza mental necesaria», asegura, mientras pide que cesen los homenajes por parte de familiares y amigos porque siente que «sólo soy un pibe normal que una vez hizo algo extraordinario».

La acción de David Rodríguez ha obtenido una admiración casi unánime en las redes sociales, si bien ha tenido que aguantar algún mensaje injurioso de personas que opinan que «alguien que no se abalanza sobre el pan con mojo no es de fiar». Por su parte, los dueños del guachinche en el que ocurrieron los hechos, que por expreso deseo de todas las partes no ha sido mencionado, aún permanecen en shock. La cocinera no entiende este desplante «con lo bueno que me queda».

Maruca Johnson

Incisiva ante la actualidad desde que el cardado empezó a destruir la capa de ozono. Discreta a la par que elegante.

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