«Una limosnita o dos», la novedosa campaña de JINTE para fomentar la inversión en Ciencia
La Asociación de Jóvenes por la Investigación de Tenerife, más conocida como JINTE, celebró el pasado mes de noviembre la cuarta edición de su congreso para la juventud investigadora canaria y la segunda, de naturaleza internacional, abierta a quienes se inician en el mundo de los descubrimientos científicos. Fieles a su vocación de servicio por y para la ciencia y conscientes de las dificultades que genera el desarrollo de sus trabajos, desde JINTE han lanzado la campaña “Una limosnita o dos” para fomentar la inversión en la labor de su colectivo, toda vez que desde las instituciones públicas competentes no parece haber particular interés en apostar por la ciencia.
David Quinto, uno de los integrantes de la asociación, nos explica los pormenores de la iniciativa: “Hemos tomado el ejemplo de apuestas similares, que se dan en los Estados Unidos. Allí, cosas que aquí se financian con dinero público, quedan allí en manos de la iniciativa privada, como la sanidad o la educación. Cuando no se puede pagar con dinero propio, entra en juego la caridad. Así pues, vamos a apelar al sentimiento caritativo de la gente, para ver si podemos seguir con nuestras carreras y consolidar nuestra posición, antes de que nos llegue la edad de jubilación”.
Entre las medidas que se plantean con “Una limosnita o dos” está la periódica realización de colectas al estilo de las que se hacen en octubre, con motivo del Domingo Mundial de las Misiones, más conocido como DOMUND. También se dejarán huchas como forma de probeta a la entrada de cualquier institución científica que tenga a jóvenes investigadores en nómina o algo parecido.
Por su parte, Quinto ha decidido realizar su propia iniciativa de captación de recursos, llevando su espectáculo “Mi primo el científico” por todo el mundo, al incorporarse al famoso Circo Toti. Actualmente, se encuentra realizando una exitosa gira por la provincia de Soria, para luego desplazarse a localidades como Mora de Toledo, Peñaranda de Bracamonte, Sotillo de La Adrada o La Almunia de Doña Godina, terminando su periplo científico-artístico en el caserío garafiano de Franceses.
